María Cecilia Muñoz (27) nació en Argentina, y tras haberse formado en el Conservatorio “Julián Aguirre”, de Banfield, se radicó en Suiza para completar allí sus estudios. Se graduó como profesora y concertista, desarrollando una intensa actividad artística junto a conjuntos de diversas formaciones, pero su carrera está además cubierta de reconocimientos internacionales. En mayo de este año ganó el primer premio en el Concurso Internacional Nicolet, en Beijing, y al mes siguiente obtuvo el tercer premio del Concurso Internacional de Flauta Carl Nielsen, en Odense. En años anteriores recibió premios en los siguientes concursos: “International Aeolus Wind Competition“ (Alemania), “37th International Jeunesses Musicales Competition“ (Belgrado), “1st Crusell International Flute Competition” (Finlandia), e importantes becas que le permitieron desarrollar su carrera.
Esta artista nos visita en septiembre para ofrecer un concierto, el sexto de este año en Pilar Golf, en el que tocará junto a Fernando Pérez, un programa íntegramente dedicado a la música francesa del Romanticismo y Postromanticismo al que han llamado “Promenade” (caminata), tema que metafóricamente une al arte con su vida en permanente movimiento.
En diálogo con Cantábile, María Cecilia Muñoz, anticipando su próximo concierto, habló de la experiencia de terminar su formación en Europa, e hizo un inteligente y sintético análisis de la realidad de ciertos aspectos relativos a la flauta en las últimas décadas.
Comienza evocando su primer contacto con Aurèle Nicolet, quien “fue a dar un curso a Chile en el que estuve trabajando con él, intensivamente. Me ayudó mucho y me recomendó ir a Basilea. Él vivía ahí en ese momento, y quien fue mi profesor todos estos años (se refiere a Felix Renggli) había sido alumno suyo, entonces ellos estaban en contacto. Nicolet me ayudó a entrar en la universidad, preparándome para el examen de ingreso y para dar el salto inmenso que significaba. Tener un referente así fue clave.
Instalada en Suiza, mientras completaba sus estudios, comenzó a tocar en orquestas y conjuntos de cámara y a participar con gran éxito en importantes concursos. Entre 2005 y 2007 obtuvo diplomas de Profesora, Concertista y Solista de flauta. Hoy, desde su lugar de joven profesional, de promesa convertida en realidad, disfruta del lugar que supo ganarse, pero sigue investigando en repertorios y técnicas. “Me siento en una etapa marcada por la gran curiosidad y avidez de explorar todo el repertorio y las facetas en las que un intérprete se puede desarrollar. No creo que sea aún mi momento de especializarme sino de hacer la mayor experiencia posible. Integro una orquesta, tengo mucha actividad como solista y soy miembro del ensamble de música contemporánea “Laboratorium”, con el que desarrollo un trabajo de continua colaboración con jóvenes compositores.
Sus búsquedas e inquietudes no van sólo hacia lo moderno o contemporáneo, sino que además explora en la música preclásica como parte de su formación. “Los instrumentos antiguos me sirven como medio de estudio. Tengo mucha actividad con las flautas modernas y por ello no puedo por el momento dedicarle a la flauta barroca el tiempo que implicaría dominarla al nivel de concierto, sin embargo estudiarla me sirve mucho para acercarme y conocer la sonoridad que los compositores tenían en mente al momento de interpretar ese período en mi instrumento moderno”.
Conoce bien el mundo de la flauta y los flautistas, por el que discurre a diario con comodidad. Surgió entonces, en la conversación, la aparente falta que hay en los últimos años, de decanos de su instrumento, recordando a figuras como James Galway. Jean-Pierre Rampal o Aurèle Nicolet, quienes fueron nombres obligados en el momento de buscar referentes flautísticos hace unas tres décadas. Sin dudar un instante, evoca al suizo Emmanuel Pahud (solista de la Filarmónica de Berlín), quien está desarrollando una importante carrera, pero además tiene explicaciones claras para este vacío. Según explica, aquellos personajes famosos que grabaron tantos discos y difundiendo su instrumento, fueron los primeros que lograron una técnica sólida con la flauta con Sistema Boehm. Valga aquí aclarar que Theobald Boehm fue quien, en el siglo XIX, hizo importantes cambios en la flauta, cambiando la estructura del cuerpo del instrumento y agregándole un sistema de llaves que funcionara no sólo para comodidad del intérprete sino también para optimizar su rendimiento sonoro.
“Es difícil imaginar cuán grandes son las diferencias, partiendo de un orificio que pasó a ser de mayor tamaño cambia toda la técnica de emisión y con las nuevas llaves llegan las nuevas posiciones de dedos. Es un instrumento totalmente distinto. La técnica tuvo que volver a surgir de cero. Este instrumento aporta nuevas posibilidades, desde lo técnico y sonoro. Hace algunas décadas había una gran fascinación por lo que de pronto se podía hacer con este “nuevo” instrumento. Cuando escuchamos aquellas grabaciones, podemos reconocer esa fascinación en el sonido y vibratto que utilizaban. Los grandes guías de aquel entonces fundaron escuela y formaron grandes maestros que a su vez ya han formado mucha gente más y eso ha generado escuelas fuertes en muchos países. El nivel general se elevó mucho y entonces, si bien siempre hay figuras destacables, ya no es la realidad de unos pocas grandes estrellas”.
Si bien, al volver a Europa hará un recital de flauta y piano en la Konzerthaus de Berlín, al que seguirá una buena cantidad de conciertos con orquestas alemanas, antes de volver hará un aporte a los jóvenes flautistas de nuestro país. Tras el concierto en Pilar viajará al sur, a preparar una Quinta de Beethoven como docente del proyecto Orquesta Sinfónica Patagonia, en el que se forma un ensamble orquestal con alumnos y profesores con vasta experiencia en trabajo de orquesta, y tras varios ensayos se ofrece tres conciertos. Se entusiasma al ver el desarrollo de la flauta en Argentina: “Sinceramente veo que crece mucho. Me fui muy joven y durante los primeros años perdí bastante el contacto, avocada por completo a adaptarme a la nueva vida y a tan alto nivel de exigencia en el estudio. Poco a poco fui retomando el contacto, a medida que se acercaba el fin de mis estudios tuve la certeza de que el intercambio podía ser muy enriquecedor y que desde mi lugar sería capaz de aportar algo. Me encontré con una apertura mucho más grande de la que había en mi fantasía. Siempre se habla de celos, y de cierta hostilidad. Sin embargo encontré gente que me abrió muchísimas puertas, que me ayudó a organizar actividades de un modo completamente desinteresado y profesores de conservatorio que participan de mis cursos junto a sus propios alumnos. Siempre hay gente que se mantiene aislada, creo que es una realidad que existe en todo el mundo, pero yo me siento muy conectada con Argentina y me parece importantísimo que la gente que pudo acceder a la formación en Universidades de alto nivel, conocido otras realidades y haber estado en contacto con músicos de altísimo nivel, haga su aporte enriquecedor. Todo suma”.
El 25 de septiembre hará su concierto en el Ciclo de Conciertos Pilar Golf. Con claridad sintetiza el concepto estético del programa: “Con Fernando (Pérez) queríamos presentar algo que tuviera un concepto uniforme, y nos decidimos por la música romántica y postromántica francesa donde el repertorio de la flauta es rico, y la música está realmente escrita para dúo. La flauta y el piano tienen presencia y trabajan a la par, así que lo elegimos juntos”.
Una caminata hecha con soltura, algo propio de quien tiene andados tantos miles de kilómetros y conoce bien el terreno donde pisa.
Ramiro Albino